jueves, 29 de julio de 2010

Un poco de amor

No te olvido. Sigo recordándote, recordándonos en aquella playa. Aquellos días maravillosos que cada día están más sepultados bajo la arena del tiempo. Pero aún así nunca te olvido, me lo prometí y sé que tú lo viste en mis ojos a la hora de partir.


Una cala, una medusa, su picadura, mi piel, tu crema, mi vergüenza, tu insistencia, mi cabezonería, tu descuido, mi oportunidad, tu caída, mis risas.

Me ponías tu mano en el cuello y la otra en un sitio que siempre me hacía sonrojar. Te reías, te pegaba y te reías más, aunque yo sabía que te había hecho daño.

Te ganaba, te picabas y era yo la que me reía, y solo para que no me regodeara de mi triunfo me callabas como solo tú sabes hacerlo. Abría  los ojos, pero los entrecerraba y me mirabas fingiendo miedo. Te amenazaba.

-  Bruta.

- Capullo.

Más risas


Intento separarme. - Déjame respirar.

Nos volvemos a unir. -  Me gusta verte jadear.

Me rio de forma ahogada. - Imbécil.

- Lo que tú quieras. -  tu sonrisa sobre la mía que sabía a fresa, por esos caramelos que venían en un envoltorio de letras chinas, discutimos una vez sí eran japonesas, ¿te acuerdas? , que no me gustaban nada.



Pero te fuiste, me quedé, me llamaste, habíais llegado bien, me hablaste, te extrañé, te extraño, te odié y finalmente te recluí.

miércoles, 28 de julio de 2010

Proyecto : Descripciones 1

Pues allá va, este es el primer ejercicio de Adictos a la Escritura. Los apuntados teníamos que escribir una descripción de uno de tres lugares. Yo he descrito este. Espero que os guste.




Me encanta observar el atardecer en este sitio. Me trae recuerdos maravillosos. Rio por lo bajo al darme cuenta de que lo veo todo rosa por mis gafas de sol del mismo color. El cielo está teñido de un rosa que sobresale entre las montañas, ya sin nieve alguna debido al color que alcanzaba sus cimas en verano. Es nieve se había derretido para ir a parar al río de aguas tan claras, que se ve un brillo rosado en la superficie. Le doy una patada a una piedra para ver las hondas que se expanden y parece que no van a parar de hacerlo nunca, pero no es así. Alzo la vista para ver el agua en calma. Hace tiempo este río tenía muchos patos, demasiados y peces de un gris soso, pero ahora está completamente en calma, como si nunca hubiera habido vida en él. Me aparto un poco de la orilla para caminar entre los árboles altos, mi abuelo siempre me decía que tipo de árboles eran, pero nunca le presté atención, prefería subirme a sus altas ramas. Estaban secas, como ahora, ya que siempre me traía en verano. Me paro frente a un árbol y miro el reflejo de ambos en el agua. Había crecido mucho, yo, no el árbol, que no había llegado a alcanzar aún su máxima altura, pero para eso faltaban muchos años.



Parece tan desolado, pienso. Clavo un talón de mis botas en la tierra fina, pero oscura. Ya ni siquiera hay huellas de personas. Debo de ser la única que ha venido aquí en mucho tiempo. Miro una última vez el paisaje. Las montañas al fondo, sí bajas la mirada despacio por ellas conseguirás ver donde empieza el río, los árboles sin hojas que den sombra alguna y el brillo que el atardecer daba a todo. Quizás fuera cosa de las gafas, ya sabía yo que eran buenas, pero hoy, hoy parece radiante.



Gracias por leerlo.

Un saludo.

Empezamos

Nunca sé que poner en este primer post, así que voy a ser breve. Aquí voy a publicar mis relatos, historias, lo que me apetezca que haya escrito yo.

Voy a empezar poniendo los ejercicios que estoy haciendo en un blog de escritura, Adictos a la Escritura.


Sí alguien coge algo, que ponga la fuente, está todo registrado.


Espero que os gusten mis cosillas. Hasta pronto.